31/10/10

Confesión.

Lo admito.
Cuando me estoy bañando, cuando estoy tirada en la cama, cuando estoy aburrida, cuando estoy tildada, en ese tipo de momentos, estoy hundida en mis pensamientos. Algunos suelen repetirse, algunos son temas que toco una vez y no pasan mucho por mi mente.
Hoy estaba pensando en lo que siento. Pero no en lo que siento referido al amor (que supongo que cuando uno habla de "lo que siento" piensa primero en el amor), si no más en general. Soy muy solitaria, desde chica, y está bien, creo, haber sido así me formó como soy ahora. Yo suelo definirme como una persona bastante pacífica, aunque muchos vean lo contrario.
No hay nadie que me conozca como realmente soy. Nadie conoce a alguien por completo. Todos nos conocemos a nosotros mismos, pero a los demás no los podemos terminar de conocer. En fin, tampoco pretendo usarlo de excusa, sólo explico lo que yo creo, mi pensamiento.
No soy de sorprenderme, no soy de emocionarme, no soy de sentir las cosas como los demás suelen sentirlas (obviamente: esto es mi punto de vista). En realidad no sé bien cómo explicar lo que quiero explicar. ¿Cómo me explico? Bien, qué buena pregunta.
Quizás es por mi naturaleza, por ser tan tranquila (sí, tranquila). Quizás no, no sé. Intentar ordenar mi mente sólo hace que me confunda más. Sólo sé que ahora estoy bien, que problemas siempre va a haber, pero dentro de todo puedo asegurar de que soy feliz. Y que tengo más de lo que me merezco. Mucho más. Así que: gracias.

Y como de costumbre,
el texto terminó desviándose a otro tema.
O no.
Chau.

27/10/10

No digas más palabras necias.

Y la miró a los ojos, y sonrió. Se veía tan atrapado en esos sentimientos que nunca tuvo, en un campo tan abierto, tan cerrado. Sentía que lo que escuchaba no era real, que lo que hablaba no sonaba. Pero estaba feliz, deseaba verla sonreír una vez más. "¿Y si el temor no empañara tus ojos? ¿Y si los nudos de tu garganta desaparecieran?" le preguntó. Pero, ¿cómo? No veía la posibilidad, no entendía.
El sol, tan grande y tan chico, brillaba y se escondía. Dejaba ver sus últimos rayos, las nubes lloraban detrás de él. La mujer ya podía llorar tranquila. Sabía que sus lágrimas se iban a perder entre la lluvia y la oscuridad. Pero sabía también que éso no significaba que el dolor iba a desaparecer. No.
Y la miró nuevamente a los ojos. Ella, con sus párpados cansados, con su mente desordenada, dio media vuelta y comenzó a caminar. Él la miraba desde lejos, cada vez más lejos. ¿Podía hacer algo? ¿Realmente podía?
No, ella no existía. Nunca existió.

18/10/10

In a Manner of Speaking

Ouch, debería cambiar esta canción,
no sea cosa de que vuelva ese... Fuck, volvió.

Jeannie

¿Cómo le agradezco a la música?
Cuando te sentís triste, cuando te sentís feliz, cuando te sentís como sea, podés escuchar una canción que te cambie completamente el ánimo. Podés estar mal, escuchar cierto tipo de música, y te saca esa sensación extraña del cuerpo. Te calma, alivia tu cabeza, quizás por un rato, pero lo hace. A veces creo que las canciones son los mejores consejeros. Hasta las instrumentales.

Stop!

What the hell am I feeling?
Why the hell am I shivering?

16/10/10

Come on, get on, get on.

Y es como una fuerza extraña, que te jala, te lleva a donde no querés y se ríe de vos. Es como una cierta impotencia que no te deja pensar, que se come tus ganas y te deja temblando. Es como si no pudieras correr, como si movieras las piernas pero el mundo va en contra tuyo y nunca avanzás. Es como que las risás de los demás se funden entre sí y se transforman en una sinfonía espantosa que te pone la piel de gallina. Es como una piña en la cara que no la sentís, pero al tiempo te acordás y comienza el dolor.Pero seguís caminando. Seguís riendo. Seguís llorando. Seguís vivo y el mundo sigue girando. Todo lo que pasa por tu mente, queda en tu mente y a veces muere ahí, a veces se pudre y otras florece. Seguís teniendo esas pocas manos que te levantan y sacuden la tierra de tu pantalón. Esas risas que resaltan de las demás, esas pocas palabras que escuchás tan atentamente.
Nunca vas a entender por qué la vida es así, nadie lo entiende. Sólo es así, fluye así. Tus risas se pierden entre el montón, y tus lágrimas terminan en el océano, haciéndose pequeñas, cuando para vos tienen toda una historia detrás.
¿Estás perdido en la vida? No te preocupes, no estás solo. Todos están perdidos.

1/10/10

Quiero.

Quiero una guitarra Dean Razorback. Quiero una guitarra Gibson Les Paul. Quiero un amplificador Marshall de 100wt. Quiero unas vacaciones a Disney con mis amigos. Quiero ropa de Inversa. Quiero unas Vans clásicas. Quiero ropa de Tommy. Quiero unos parlantes inalámbricos de Apple. Quiero una computadora de útlimo modelo. Quiero una habitación que no se desordene. Quiero una Nikon profesional. Quiero recorrer Europa. Quiero una guitarra acústica Gibson. Quiero un Wah-Wah Cry Baby CFH. Quiero la discografía de Pantera. Quiero la discografía de Iron Maiden. Quiero el perfume Madame Madame. Quiero el perfume In 2 U de Calvin Klein. Quiero el perfume de Nina Ricci. Quiero una Xbox 360. Quiero una PlayStation 3. Quiero un joystick más para la computadora. Quiero una PS2 nueva. Quiero una Gameboy Advance SP nueva. Quiero unos auriculares Apple. Quiero el MotoRckr que tenía. Quiero un teclado Yamaha. Quiero un tapado. Quiero mucha ropa para salir. Quiero las temporadas originales de "El Universo". Quiero una guitarra criolla eléctrica. Quiero la púa del Destino. Quiero un bajo Fender. Quiero una batería Pearl. Quiero una guitarra Fender Stratocaster. Quiero un estudio de grabación. Quiero una filmadora. Quiero unos anteojos clipper Ray-Ban. Quiero una hamaca. Quiero una cocina como las del Gourmet. Quiero volver a Bariloche. Quiero ir a Puerto Rock. Quiero ir a Pachá. Quiero ir a Rocket. Quiero ir a Grisú. Quiero ir a Cerebro. Quiero ir a ByPass. Quiero ir a Brasil con mi familia. Quiero una juntada con amigos. Quiero una fiesta en la playa. Quiero cocinar un cheesecake. Quiero hacer snowboard. Quiero ir a la plaza. Quiero un tereré. Quiero ir al cine. Quiero ir al Parque de la Costa.

Está bien, llámenme materialista. ¿Qué mas da?