4/2/11

Alma en calma

Empezá quitando el dinero. Después, pensá en ésos días grises, y quitalos también. Dejá de lado esas lágrimas, esas sonrisas falsas. Tirá los malos momentos, los gritos, las peleas, el desgano. No pienses en el miedo, no pienses en el mal, en ese sentimiento que a veces recorre tu pecho.
Sacá esas capas. Una por una, analizándolas detenidamente. Cuando al fin quites la última, vas a poder ver ese centro tan calmo, esa mueca de felicidad. Vas a conocer finalmente la pureza, la tranquilidad.
Sí, existe realmente.
No es por nada hablar del sol, y sus nubes.

Y ahora, sólo queda extender tus alas, salir a volar. Renacer, tirar el cuerpo en las nubes, meter los pies en la ciudad. Ser grande, pero no ser adulto. No arrepentirse. ¿Para qué vas a agregar otra capa más?


Vivir no es simple.
Y tampoco pretendo que lo sea.

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