2/7/08

Never say never.

A veces es más fácil ver a través de la oscuridad que a través de los ojos de los demás. A veces es más fácil actuar que pensar. A veces un mudo grita más de lo que una persona puede escuchar. A veces es más fácil luchar que rendirse. A veces ya no quedan veces por tener y uno pierde la noción del tiempo haciendo nada. Y me pongo a pensar, ¿Cuándo vamos a tener el tiempo para decir: 'listo, terminé'? Nunca. Siempre, pero siempre tenemos algo que hacer. Algo en qué pensar. Algo en lo que nos preocupamos. Por eso, aunque sientan que se rindieron, sigan. Sigan para poder llegar a la línea. Esa línea sobre la que están parados todos. Esa línea que no es más que el principio y el final. Todo comienza. Pero nada termina. Nunca me terminarán! No acabé mi turno, como para que juegue otro. Vivimos en un tablero lleno de trampas y atajos. Eso no significa que el que llegue al final gana. No. Aunque hay muchos que llegan antes que todos. ¿Pero qué ganaron? ¿Terminar con su turno? ¿Con sus movidas, su vida? No siempre es bueno llegar al final. Porque ahí, definitivamente, todo termina.

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