8/10/12

Everything & nothing.

El día que la Física cambió. El Universo, paralizado, comenzó a acumular luz de cada constelación, de cada estrella. Los agujeros negros ahora devolvían toda esa energía que habían chupado, ahora emitían un brillo tan puro. El Universo no tenía vacío, era blanco. Brillaba, pero no tanto como para enceguecer.

Nayla entonces decidió saltar del fin del mundo a ese Universo gigante, a ese mar de luz. Y flotó. Y sonrió. Se dio cuenta que brillaba. Brillaba porque el Universo ahora se lo permitía, y ya no le absorbía la energía, ni la luz que emanaba. Nayla se acurrucaba en las galaxias, y jugaba con las enanas rojas. Nayla habría así disfrutado y cambiado su rumbo a un Universo nuevo, una Física nueva.