Modelo de persona.

Y sí, la gente borra la realidad por tan sólo unos pocos segundos de satisfacción. No somos nada en especial en este mundo. Somos otro pedacito de él, que no marca una diferencia. Nos preocupamos por ser, y por sentir. Por haber y por no. Nos preocupamos por el final del camino. Y por el principio del sendero. Nos intriga qué hay más allá, pero no queremos ser los primeros en dar la respuesta del por qué. Observamos. Somos muy buenos observadores. Miramos todo el tiempo, con nuestros ojos, con el alma. Vemos si el otro hace o no, qué pasa, aunque no nos incluya. Intentamos entender todo. Pasamos la mayor parte del tiempo trabajando para vivir, y no nos damos cuenta de que estamos viviendo. La vida pasa rápido, muy rápido. Nos preocupa el futuro. Pero, ¿qué futuro es ese? ¿A qué futuro llegamos? Todo el tiempo pensando en lo que vendrá, y cuando viene, piensan nuevamente en lo próximo. Nos asombran las cosas diferentes a uno mismo. Desde un paisaje nuevo, a una rareza animal, humana, o en sí, cualquier cosa. Nos exponemos a situaciones para ver qué podría pasar. Y cuando nos pasa algo, nos quejamos. Somos muy contradictorios, en pensamientos, en sentimientos y acciones. Recordamos momentos únicos. Pero, obviamente, tenemos memoria selectiva. Elegimos los recuerdos por conveniencia, lamentablemente. Pero bueno, el ser humano es de mil y una formas. Y este es mí modelo de persona.
Hija del rigor. Y sí..