9/9/08

Quisiera..

Me creí fuerte, me creí sólida, me creí inteligente. Supuse que todo se podía arreglar de la nada, y que a veces callarse era lo mejor. Pasé horas meditando los problemas. Lo mal que me sentía, los problemas de la vida, los problemas de otros, los míos, los tuyos, los de él y los de ella. Me aconsejaba inconscientemente, sabiendo en realidad que eran consejos en vano. Supe que me equivoqué. Supe que se equivocaron. Intenté ayudar aún cuando ellos se equivocaban. Y muchas veces, me equivoqué otra vez. Miré la profundidad de los ojos de una persona que está mal. Me apené por su pena. Veces hubo en que lloré más por un problema de otra persona que por un problema mío. Infinidades de veces me bardeé por mi impotencia. Di consejos que sirvieron, pero que yo estando en el mismo lugar, los desprecié. Me equivoqué varias veces a propósito, por el simple hecho de ver qué podría pasar. Logré pasar obstáculos, me sentí orgullosa por ello. Me perdí en mi mente por pensar en cosas sin sentido. Intenté cambiar, cambié, sigo intentando. Abrí puertas, cerré otras. Hice cosas que no debía. Me siento culpable por muchas otras. Necesito saber por qué pasó lo que pasó. Si fue mi culpa. Hay veces que no entiendo nada. Hay veces que me hago la que no entiendo, engañándome a mi misma. Y leo lo que escribo y no lo entiendo. No tiene sentido. Pero, ¿Qué sentido tiene tener una mente con sentido?

1 comentario:

Maru dijo...

que te manjes la cabeza hasta que te terminas enfermando o terminas llorando cuando supuestamente estas durmiendo y te sentis una persona miserable. Al menos, eso me pasa =)