14/8/11

Sky

Y es así que iba piloteando un avión; podía pararme y éste seguiría su rumbo sin problema alguno. Éso hacía, me paraba, agarraba tachos de pintura de colores simpáticos y los lanzaba por las nubes. Pintaba entonces el cielo de felicidad; pintaba el cielo, quedaba impregnado de libertad. Rosa, verde, celeste, amarillo.
Recuerdo mirarlo desde el pasto, y tirarlo desde el cielo.

1 comentario:

. dijo...

buen remate
me gustó (no a lo facebooker eh)
salute